Metidos de lleno en los relatos.-
Su propia realidad
Clara es una chica de 10 años. Morena, de tez blanca y unos ojos fríos y distantes. De un color azul, gélido como el hielo. Clara tiene una vida muy triste. Su padre es un hombre cruel y distante, que bebe constantemente y maltrata a Lilith, su madre. Pero ella no se quiere dar cuenta. Ella no quiere percatarse de su realidad. Ella vive en su propio planeta, alejada de su mundo, donde escapa de todo, donde se siente feliz y la vida es de color de rosa. Pero hay veces que le cuesta, los chillidos de su padre borracho son demasiado fuertes. Los gritos de pánico de su madre calan su corazón. Clara se encierra en su cuarto. Con los oídos tapados y canturreando una canción, se pone a dar volteretas en su cama, y cuando el barullo cesa sale corriendo y dando saltitos de casa, con una leve y triste sonrisa se acerca al parque. Allí se sienta en un columpio y con los ojos empañados, y la mirada perdida se balancea lentamente. Cuando empieza a sentir frío vuelve a casa. Entrando lentamente y sin hacer ruido, se encierra en su habitación. Y todas las noches sueña con el llanto de su madre y su cancioncita… sola en un lugar donde todo es felicidad el sol brilla y no existe la oscuridad, donde todo está limpio y ni rastro de basura hay… vivo sola en mi planeta… sola en mi planeta…
A la mañana siguiente, Clara se levanta, desayuna un mendrugo de pan y un poco de leche fría. Después entra en la habitación de sus padres. No hay rastro del borracho. Clara le da un suave y delicado besito al cardenal de la mejilla de su mamá. Luego se marcha al colegio. Allí los crueles niños de su clase se ríen de ella y continuamente le están tendiendo trampas, continuamente. Le roban el almuerzo, le ponen la zancadilla, la empujan al barro… pero ella sigue cantando su canción… Sola en un lugar donde todo es felicidad.
Por la tarde llega a su casa, si a eso se le puede llamar hogar, y de nuevo el olor a vodka y a sudor. Clara se vuelve a encerrar en su habitación, y se pone a canturrear y a dar volteretas. Esa tarde, su padre chillaba más fuerte de lo normal, y su madre lloraba con una tristeza en el alma que nunca había reflejado de tal manera. Pero Clara no quería aceptarlo, y ella seguía cantando con una temblorosa voz mientras daba volteretas… Se oyó un grito seguido de un estruendo y Clara sintió miedo. Se hizo el silencio, y con el corazón en un puño, Clara salió de su lúgubre cuarto abriéndose paso entre las basuras. No había rastro de su padre. Al llegar al salón, vio que su madre yacía en el suelo. Un chorro de sangre le resbalaba por las sienes. Clara acarició el rubio y lacio cabello de su madre y con miedo y delicadeza, le cogió la cabeza. Le dio un suave besito en la mejilla. Con los labios manchados de sangre, le susurro al oído: No estás muerta, tranquila, sólo dormida ¿verdad que sí? Y con la mirada perdida, el corazón en un puño y balanceando la cabeza de su mamá, cantaba:
Vivo sola en un lugar, donde no existe la felicidad el sol muere y predomina la oscuridad, las calles están sucias y llenas de basura, vivo sola en mi planeta, sola en mi planeta…
Clara es una chica de 10 años. Morena, de tez blanca y unos ojos fríos y distantes. De un color azul, gélido como el hielo. Clara tiene una vida muy triste. Su padre es un hombre cruel y distante, que bebe constantemente y maltrata a Lilith, su madre. Pero ella no se quiere dar cuenta. Ella no quiere percatarse de su realidad. Ella vive en su propio planeta, alejada de su mundo, donde escapa de todo, donde se siente feliz y la vida es de color de rosa. Pero hay veces que le cuesta, los chillidos de su padre borracho son demasiado fuertes. Los gritos de pánico de su madre calan su corazón. Clara se encierra en su cuarto. Con los oídos tapados y canturreando una canción, se pone a dar volteretas en su cama, y cuando el barullo cesa sale corriendo y dando saltitos de casa, con una leve y triste sonrisa se acerca al parque. Allí se sienta en un columpio y con los ojos empañados, y la mirada perdida se balancea lentamente. Cuando empieza a sentir frío vuelve a casa. Entrando lentamente y sin hacer ruido, se encierra en su habitación. Y todas las noches sueña con el llanto de su madre y su cancioncita… sola en un lugar donde todo es felicidad el sol brilla y no existe la oscuridad, donde todo está limpio y ni rastro de basura hay… vivo sola en mi planeta… sola en mi planeta…
A la mañana siguiente, Clara se levanta, desayuna un mendrugo de pan y un poco de leche fría. Después entra en la habitación de sus padres. No hay rastro del borracho. Clara le da un suave y delicado besito al cardenal de la mejilla de su mamá. Luego se marcha al colegio. Allí los crueles niños de su clase se ríen de ella y continuamente le están tendiendo trampas, continuamente. Le roban el almuerzo, le ponen la zancadilla, la empujan al barro… pero ella sigue cantando su canción… Sola en un lugar donde todo es felicidad.
Por la tarde llega a su casa, si a eso se le puede llamar hogar, y de nuevo el olor a vodka y a sudor. Clara se vuelve a encerrar en su habitación, y se pone a canturrear y a dar volteretas. Esa tarde, su padre chillaba más fuerte de lo normal, y su madre lloraba con una tristeza en el alma que nunca había reflejado de tal manera. Pero Clara no quería aceptarlo, y ella seguía cantando con una temblorosa voz mientras daba volteretas… Se oyó un grito seguido de un estruendo y Clara sintió miedo. Se hizo el silencio, y con el corazón en un puño, Clara salió de su lúgubre cuarto abriéndose paso entre las basuras. No había rastro de su padre. Al llegar al salón, vio que su madre yacía en el suelo. Un chorro de sangre le resbalaba por las sienes. Clara acarició el rubio y lacio cabello de su madre y con miedo y delicadeza, le cogió la cabeza. Le dio un suave besito en la mejilla. Con los labios manchados de sangre, le susurro al oído: No estás muerta, tranquila, sólo dormida ¿verdad que sí? Y con la mirada perdida, el corazón en un puño y balanceando la cabeza de su mamá, cantaba:
Vivo sola en un lugar, donde no existe la felicidad el sol muere y predomina la oscuridad, las calles están sucias y llenas de basura, vivo sola en mi planeta, sola en mi planeta…