jueves, 15 de enero de 2009

Un canto de Rabindranath Tagore


Viajero, escucha:

Yo soy la tabla de tu cuna, la madera de tu barca,

la superficie de tu mesa, la puerta de tu casa.

Yo soy el mango de tu herramienta,

el bastón de tu vejez.

Yo soy el fruto que te regala y te nutre,

la sombra bienhechora que te cobija

contra los ardores del estío,

el refugio amable de los pájaros

que alegraron con sus cantos tus horas

y limpian de insectos tus campos.

Yo soy la hermosura del paisaje,

el encanto de la huerta,

la señal de la montaña,

el lindero del camino….

Yo soy la leña que te calienta

en los días de invierno,

el perfume que te regala

y embalsama el aire a todas horas,

la salud de tu cuerpo

y la alegría de tu alma.

Por último, soy la madera de tu ataúd.

Por todo esto, viajero que me contemplas,

tú que me plantaste con tu mano

y puedes llamarme hijo,

o que me has contemplado tantas veces,

mírame bien, pero…

No me hagas daño

miércoles, 14 de enero de 2009

Nuevos tiempos

Escenario: Tienes que hacer un viaje.

Año 1977: Viajas en un avión de Iberia, te dan de comer y te invitan a lo que quieras de beber, todo servido por azafatas espectaculares en un asiento en el que caben dos como tú.

Año 2007: Entras en el avión abrochándote el cinturón de los pantalones que te han hecho quitar para pasar el control, te sientan una butaca en la que si respiras profundo le metes el codo en el ojo al de al lado y si tienes sed el azafato maricón te ofrece una carta con las bebidas y sus precios subidos un 50% por que si. Y no protestas por si acaso cuando aterrizas te meten el dedo mas largo del mundo por el culo para ver si llevas drogas.

Escenario: Manolo tiene pensado ir al bosque después de clase, según entra al colegio le enseña una navaja a Pancho con la que pretende hacer un tirachinas.

Año 1977: El subdirector lo ve y le pregunta donde las venden, y le enseña la suya, que es antigua, pero mas buena.

Año 2007: La escuela se cierra, llaman a la guardia civil y llevan a Manolo al reformatorio. Antena 3 y Tele cinco presentan los informativos de las 15:00 desde la puerta del colegio.

Escenario: Disciplina escolar:

Año 1977: Hacías una putada en clase. El profesor te metía dos buenas hostias bien merecidas. Al llegara a casa tu padre te arreaba otras dos.

Año 2007: Haces una putada. El profesor te pide disculpas. Tu padre te pide disculpas y te compra una moto.

Escenario: Fran y Marcos se reparten unos puñetazos después de clase.

Año 1977: Los compañeros los animan, Marcos gana. Se dan las manos y terminan siendo colegas en los billares.

Año 2007: La escuela se cierra, Tele cinco proclama el mes antiviolencia escolar, el periódico 20 minutos titula a cinco columnas el asunto y Antena 3 aposta de nuevo a Matías Prats en pleno temporal frente a la puerta del colegio para presentar el telediario.

Escenario: Luis rompe el cristal de un coche en el barrio; su padre saca el cinturón y le pega unos buenos latigazos con él.

Año 1977: Luis tiene más cuidado la próxima vez, crece normalmente, va a la universidad y se convierte en un hombre negocios con éxito.

Año 2007: Arrestan al padre de Luis por maltrato a menores. Sin la figura paterna, Luis se une a una banda. Los psicólogos convencen a su hermana de que el padre abusaba de ella y lo meten en la cárcel. La madre de Luis se enrolla con el psicólogo. Mercedes Mila abre la final de Gran Hermano con un discurso relativo a la noticia.

Escenario: Juan se cae mientras echaba una carrera y se araña en la rodilla. Su profesora, María, se lo encuentra llorando al borde del camino. María lo abraza para confortarlo.

Año 1977: Al poco rato, Juan se siente mejor y sigue jugando.

Año 2007: María es acusada de perversión de menores y se va al paro. Se enfrenta a tres años de cárcel. Juan se pasa cinco años de terapia en terapia. Sus padres demandan al colegio por negligencia y a la profesora por trauma emocional, ganando ambos juicios. María, en paro y endeudada, se suicida tirándose de un edificio. Cuando aterriza, lo hace encima de un coche y también rompe una maceta. El dueño del coche y el dueño de la planta demandan a los herederos de María por destrucción de la propiedad. Ganan. Tele cinco y Antena 3 producen juntos la película y definitivamente el plató de los informativos ya queda emplazado en medio de la calle.

Escenario: Relación habitual entre padre e hijo:

Año 1977: Le pido dinero a mi padre para salir.

Año 2007: Mi padre me pide dinero para apaciguar al banco.

Escenario: llega el 28 de octubre.

Año 1977: Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. No pasa nada.

Año 2007 : Llega el día del cambio de horario de verano al horario de invierno. La gente sufre trastornos del sueño, depresión y amenorrea.

Escenario: El fin de las vacaciones.

Año 1977: Después de chuparse una caravana del copon con toda la familia metida en un seiscientos tras 15 días de vacaciones en la costa, se terminan las vacaciones. Al día siguiente se trabaja y no pasa nada.

Año 2007: Después de volver de Cancún, en un viaje todo pagado. Se terminan las vacaciones y la gente sufre trastornos del sueño, depresión y seborrea.

martes, 13 de enero de 2009

Escuela de escritores

Relato corto.- Concurso de Cocacola
Hay basura. Mucha.
No es sencillo percibirlo con tanta gente aquí, pero si te fijas… bien, es preferible no fijarse. Hay colillas por doquier, polvorientas mesas, vasos rotos de plástico y el suelo está pegajoso. A saber cuanta cerveza se ha caído. Es un ambiente horrible. A las sillas les faltan patas, las paredes están tan agrietadas que es un milagro que todavía no se hayan rendido a su destino y sigan en pie.
A la gente no parece importarle. Bailan todos una danza frenética, al son de esa música monótona y a todo volumen que tanto detestas. Casi te parece que los latidos de tu corazón se adapten al ritmo de la melodía. Ríen y cantan, se besan y bailan, gritan y chocan. Las copas pasan de mano en mano y una llega a las tuyas. Tus manos son suaves, son blancas, los dedos largos y las uñas cuidadas y, definitivamente, una copa no queda bien entre ellas. Ríes a carcajadas cuando te susurran algo, y apuras el contenido esbozando una sonrisa satisfecha y triunfadora.
Conforme oscurece las copas se multiplican y las reacciones se exageran. Tú bailas con unos, con otros, vas a la barra, vuelves y sigues bailando. Lo haces con los ojos cerrados porque no soportas la luz de este local que se enciende y se apaga y tintinean, y que te duele. Pero lo aguantas porque es lo que los demás esperan de ti. Porque es necesario que lo hagas.
Sonríes más, fingiendo una felicidad y una despreocupación que no sientes. Arrugas tu pequeña y pálida nariz cuando te ofrecen a beber algo cuyo sabor (y composición) desconoces, pero es un gesto tan pequeño y dura tan poco que es casi imperceptible y nadie lo detecta. Obviamente, vacías el vaso.
Cuando nadie te ve, o cuando crees que nadie te ve, consigues escabullirte y te encierras en el baño, para vomitar. Al hacerlo sientes como si escupieras tu nueva y carismática personalidad y volvieras a ser vulnerable. Es demasiado fuerte para ti, no llevas el tiempo suficiente saliendo por la noche, pero ¿cómo ibas a rechazarlo? También lloras un poco porque…porque te apetece.
Cuando vuelves con el resto, el ambiente se ha animado aún más. En un escenario apartado hay hombres y mujeres que giran la cadera y agitan los hombros, que hacen movimientos imposibles para otros; volteretas hacía delante, hacia detrás y parece que no están sujetos a la gravedad de este planeta.
El volumen aumenta con disimulo, pero para pero para cuando te das cuenta es ya un estruendo que no te permite pensar con claridad, te molesta y hace que te marees.
Sé que te sientes mal. Que aunque estés rodeada de gente te sientes perdida y sola, que no sabes lo que hacer después y que esto es lo que buscabas, pero no lo que querías. Miras a tu alrededor con los ojos enrojecidos, recorres con la vista este horrible lugar. Es deprimente, ¿qué haces aquí?
Y entonces viene…ese y te agarra de las caderas. Tú le sonríes y te ruborizas. Bailáis, pero tú sabes que sus intenciones no son buenas, mucho menos castas. Al rato, te está besando y tú… te dejas.
Te coge de la mano y dice que salgáis fuera. No. No lo hagas. No quiero.
¿Por qué se han vuelto así las cosas? Nos queríamos, ¿recuerdas? Eras mi amiga? Te has metido en una trampa y no sé si sabrás salir, porque créeme, cuesta. ¿A quién quieres agradar? A mi me gustabas.
Cuando sales me ves. Sabes que te he estado observando toda la noche desde esta esquina. Y me sonríes con los ojos apagados, que lo nuestro ya nunca serán como antes, que no quieres que lo sea, que eres feliz así, ¿lo eres?

PARA SABER.....

ASÍ SE HABLA

Leelo de arriba a abajo y luego de abajo a arriba

LOS POLÍTICOS
En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos.
Sólo los imbéciles pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es que
la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales.
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte del gobierno
como en otros tiempos.
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro mandato.
Pese a eso, todavía hay gente estúpida que piensa que
se pueda seguir gobernando con las artimañas de la vieja política.
Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que
se acaben las situaciones privilegiadas y el tráfico de influencias.
No permitiremos de ningún modo que
nuestros niños tengan una formación insuficiente.
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceremos el poder hasta que
comprendan desde ahora que
Somos la "nueva política".

Ahora léelo del revés, empezando por la última frase y
subiendo línea a línea.

Artículo de opinión

Artículo de Arturo Pérez-Reverte

Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros.

Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros -aquí matizaré ministros y ministras- de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.
No quiero que acabe el mes sin mentaros -el tuteo es deliberado- a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía.
De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas.
Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, alos meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana -que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural-, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña.
Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente -recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española-. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos»
Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p'alante.
Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo.
Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.
Cuánto más peligro tiene un imbécil, que un malvado.