Necesitábamos ese viaje para saborear nuestro tiempo libre, el placer de viajar, sentirse atraídos por un paisaje, por un sabor, por .....un tiempo sólo para nosotros. Sabíamos que Asturias nos daría eso y mucho más.
Nuestros pasos se dirigían a Ribadesella, buscando el descanso, el paisaje, ver la santina y ¡como no! comer unas buenas "fabes" y una rica sidrina.
A lo largo del camino encontramos eso... y muchas cosas más...
Un pueblo de postal y cromo: Cudillero
Tras una buena comida, entrada triunfal en Ribadesella, con el puente atravesando el Sella, dueño y señor del pueblo, con sus paseos, sus vistas y su aroma de historia secular de nobles y señores que alli construyeron sus mansiones antaño y que ahora perviven en el tiempo como testimonio del esplendor del pasado.
Las "Cuevas de Tito Bustillo" estaba cerradas, pero había en Ribadesella encantos por doquier, para poder disfrutar en nuestra estancia.
El hotel Verdemar era un encanto y las casas indianas jalonaban un precioso paseo al ldo de la ría famosa por remeros que , ll
egando de
Arriondas cruzaban el puente gravando su sudor en las aguas del Sella. EN el hotel se respiraba ambiente familiar y ya en recepción nos dio una sensación hogareña, tranquila y comodidad.
En el horizonte, muy cerca, lo Picos de Europa acechaban y nos miraban. Estaban aguardando nuestra visita, alos Lagos, a Covadonga, a Cangas de Onís, donde el mercado dominical nos dejaría caer sabrosas viandas para el recuerdo: morcillas, fabes, cabrales y similares, chorizos picantones y de jabalí, todo ello aderezado con el aroma asturiano de la hospitalidad y amistad de puelo vecino.
El paseo por las casas indianas , espoec
ialmente "Villa Rosario" nos despidieron el último día, antes de dirigirnos a LLa
nes y a villa marinera del doctor Mateo ,Lastres.
Nuestro paso por Llanes y Lastres fue fugaz, pero lleno de encanto. Ver la casa del Orfanato y las callejuelas donde se rodó la serie del Doctor Mateo fue agradable y cuando menos curioso ver la casa del doctor, la taberna,¡pequeño desengaño! o las callejuelas empinadas que ascendían escalonadamente desde el mar.
Aquí queda reseña de nuestro periplo por esos lugares..

Finalmente, para terminar este periplo viajero, dejar constancia de nuestro principal motivo para este viaje: la Santina, la Virgen de Covadonga , la Señora que se quedó a vivir en la gruta de estos montes y que ilumina todo este paraje fascinante. ¡Hasta pronto! SEÑORA



Las "Cuevas de Tito Bustillo" estaba cerradas, pero había en Ribadesella encantos por doquier, para poder disfrutar en nuestra estancia.
El hotel Verdemar era un encanto y las casas indianas jalonaban un precioso paseo al ldo de la ría famosa por remeros que , ll
En el horizonte, muy cerca, lo Picos de Europa acechaban y nos miraban. Estaban aguardando nuestra visita, alos Lagos, a Covadonga, a Cangas de Onís, donde el mercado dominical nos dejaría caer sabrosas viandas para el recuerdo: morcillas, fabes, cabrales y similares, chorizos picantones y de jabalí, todo ello aderezado con el aroma asturiano de la hospitalidad y amistad de puelo vecino.
El paseo por las casas indianas , espoec
Nuestro paso por Llanes y Lastres fue fugaz, pero lleno de encanto. Ver la casa del Orfanato y las callejuelas donde se rodó la serie del Doctor Mateo fue agradable y cuando menos curioso ver la casa del doctor, la taberna,¡pequeño desengaño! o las callejuelas empinadas que ascendían escalonadamente desde el mar.
Aquí queda reseña de nuestro periplo por esos lugares..
Finalmente, para terminar este periplo viajero, dejar constancia de nuestro principal motivo para este viaje: la Santina, la Virgen de Covadonga , la Señora que se quedó a vivir en la gruta de estos montes y que ilumina todo este paraje fascinante. ¡Hasta pronto! SEÑORA