Siempre llega cada año, con la misma música, villancicos repetitivos y cansinos que acompañan a las calles iluminadas de las ciudades. Siempre el mismo trote de consumismo sin control que desemboca en la dura cuesta de enero. Tiempo de olvidar tristezas , de recuerdos familiares, de días breves y noches interminables. Todo pasa, menos la navidad que llega como siempre, al ritmo de zanfona y castañuelas y escaparates engalanados de guirnaldas. Como cada año, con papá noel y nacimiento, un año más viejos, un año más para seguir luchando en la vorágine social que nos rodea, que nos engulle, que nos consume, que nos arrastra a un no parar...hasta la próxima NAVIDAD.
Como siempre.
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